La oruga procesionaria es uno de los insectos más dañinos con los que tu mascota puede tener contacto, y su presencia abunda en España desde finales de invierno y durante toda la primavera. Para proteger a tu animal de compañía, en este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre ella y cómo reconocer los síntomas de su toxina.

¿Qué es la procesionaria?

La procesionaria es una de las fases de desarrollo de la mariposa llamada Thaumtopoea pityocampa. Específicamente se trata del tercer estadio larvario en el que esta adquiere forma de oruga y desarrolla unos folículos urticantes que, al entrar en contacto con otro ser vivo, liberan la toxina conocida como Thaumatopina en su sistema.

¿Por qué es peligrosa la procesionaria para los animales?

El peligro que significa la procesionaria para los animales (y también para los humanos) es debido a los folículos (pelos muy finos) que cubren su cuerpo. Estos, al entrar en contacto con otro ser vivo, liberan una toxina en su sistema que produce urticaria y reacciones alérgicas en la zona afectada.

Las procesionarias son vistosas y atractivas visualmente, especialmente para los perros, haciendo que estos muchas veces se acerquen y las toquen o, peor aún, las muerdan o ingieran. El simple contacto con los folículos de la procesionaria ya es suficiente para causar urticaria o incluso una reacción alérgica en el paciente, pero al ingerirla esta toxina puede generar necrosis e incluso la muerte del animal si no es tratado rápidamente.

Sin embargo, el peligro que representa esta oruga no solo es producido al tener un contacto directo con ella, sino que como método de autodefensa esta es capaz de desprender estos folículos de su cuerpo y dejarlos esparcidos en el aire. Debido a esto, es posible que animales y personas aspiremos los folículos al respirar provocándonos picor e inflamación en las vías respiratorias.

¿Dónde se encuentra la procesionaria?

La procesionaria se encuentra principalmente en áreas dónde abunde la presencia de pinos, dado que este es su hábitat natural y allí podrán encontrarse en grandes cantidades desde finales de invierno y durante toda la primavera.

Sin embargo, no es necesario dar con una gran cantidad de pinos para poder encontrar una procesionaria, ya que en zonas urbanas también se las puede ver en calles y aceras. Por este motivo, durante las épocas del año antes descritas, es importante cuidar a nuestros animales al salir independientemente de la zona en la que nos encontremos.

¿Cómo saber si mi perro fue intoxicado por una procesionaria?

Los síntomas de intoxicación por contacto con los folículos de la procesionaria dependerán del área del cuerpo afectada, del tiempo que se haya mantenido el contacto y de la velocidad con la que se aplique el tratamiento a tu canino.

El área más afectada en los perros suele ser la vía oral, y puede derivar en inflamación y dolor en la lengua (glotitis) y los labios (queilitis). Esto genera una molestia al canino que suele demostrar tocándose constantemente la boca con las patas.

La glotitis produce además consecuencias secundarias, pero sumamente graves. Por un lado, la inflamación de la lengua puede dificultar la correcta circulación de la sangre en ella que, y si no se atiende rápidamente, comenzará a matar el tejido de la lengua (necrosis). Por otro lado, también se dificulta la ingesta de la saliva generada hasta la obstrucción de las glándulas salivales del perro, llegando a requerir de cirugía para corregir las lesiones producidas por ello.

En caso de haber mantenido contacto con los folículos de la procesionaria que son esparcidos por el aire, es posible que la inflamación e irritación se presente en los ojos del canino. Por último, si tu perro masticó o ingirió la oruga, la inflamación se trasladará a las vías respiratorias dificultando la respiración y llegando a producir su muerte si no es tratado con rapidez.

¿Qué hacer ante una intoxicación por procesionaria?

Si observas que tu perro mantuvo contacto con la procesionaria, o detectas alguno de los síntomas descrito anteriormente y consideras que esta pudo ser la causa, lo más importante es dirigirse sin demora hacia el veterinario más cercano para tratar las consecuencias.

Sin embargo, algo que podemos hacer para ganar tiempo y reducir el daño es lavar el área afectada con agua templada o tibia para expulsar los folículos de la zona afectada. Pero cuidado, es muy importante que no frotes la zona afectada o podrías romper los folículos liberando aún más toxina en el organismo de tu perro. Solo deberás utilizar agua a presión o, si tienes solución fisiológica, intentar cubrir tu mano con guantes u otra prenda para no exponerte tú también a la toxina.

¿Cómo prevenir la intoxicación por una procesionaria?

La forma más eficaz para evitar el contacto con la procesionaria, o con sus folículos que viajan en el aire, es evitando las zonas donde pueda haberlas durante la época del año en que estas aparecen. Esto incluye desde bosques y espacios naturales con pinos hasta paseos en zonas urbanas donde este árbol esté presente.

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Si observas cualquiera de los síntomas descritos anteriormente comunícate lo más rápido posible con nuestro Centro Veterinario en Fuengirola llamando al 952 66 78 95. El tiempo corre y es fundamental para tratar la intoxicación por procesionaria.