El cáncer de mama es una de las enfermedades más frecuentes en gatas que no han sido esterilizadas, precedida únicamente por el linfoma y los tumores cutáneos. Esta se desarrolla en su tejido mamario y, en los casos más graves, puede acabar con la vida de tu felina, por lo que es necesario acudir al veterinario ante cualquier sospecha de posible desarrollo de estos tumores.
¿Qué es un tumor maligno?
Los tumores se desarrollan en el cuerpo debido a un aumento desmesurado y descontrolado de cierto tipo de células. Estas se multiplican constantemente a tal punto de comenzar a ocupar recursos que no deberían ser ocupados por ellas (como espacio en el cuerpo, sangre, entre otros).
A su vez, los tumores se dividen en dos tipos principales: benignos y malignos. Los tumores benignos son aquellos que crecen en un mismo lugar (donde se origina) pero no se esparce por otras áreas del cuerpo. Mientras que los tumores malignos, además de crecer, se esparcen por diversas zonas del cuerpo llegando a crecer en múltiples áreas a la vez, por lo que son sumamente peligrosos y difíciles de tratar cuanto más avanzados en su desarrollo se encuentren. Para evitar esto es necesario poder reconocer los síntomas que presenta el cáncer de mama.
¿Qué causa el cáncer de mama en gatas?
Los motivos por los que una gata puede desarrollar cáncer de mama son muy variados, comenzando desde los factores genéticos (aquellas gatas y seres vivos que sus padres o abuelos hayan desarrollado cáncer tienen una mayor probabilidad de desarrollarlos también) hasta factores ambientales o algunos virus.
Sin embargo, el origen más frecuente de este tipo de cáncer es hormonal, ya que la mayoría de los tumores mamarios son hormonalmente dependientes. En otras palabras, estos tumores requieren de hormonas como testosterona y estrógeno para “alimentarse” y crecer. Por este motivo la esterilización es una de las medidas de prevención más eficaces frente a su desarrollo, ya que disminuye drásticamente la producción de estas hormonas.
Síntomas de cáncer de mama en gatas
La presencia de cáncer de mama en los felinos puede desembocar en múltiples dolencias según su grado de desarrollo. Uno de los síntomas principales y característicos de este cáncer son las malformaciones y bultos que se desarrollan en las mamas de la gata. Estas pueden mantenerse en una sola mama (las gatas tienen 8 en total) o esparcirse a las demás con suma facilidad. De hecho, el 60% de los casos registrados de cáncer de mama en gatos presenta más de un tumor cuando se diagnostica.
A su vez, estas malformaciones pueden causar otros problemas y síntomas como ulceración de los tumores, infecciones mamarias, pérdida de peso, debilidad, y afecciones en otros órganos si se trata de un tumor que se halla esparcido.
Cómo se diagnostica los tumores de mama en gatas
Diagnosticar esta enfermedad en tu felino requiere de múltiples estudios y análisis (de sangre, orina, radiografía de tórax y cualquier otro estudio que el profesional considere pertinente para corroborar la salud de tu mascota). Además, en caso de confirmar la presencia del tumor será necesario conocer la etapa de desarrollo en la que se encuentra, midiendo el diámetro de la masa, la función de los nódulos linfáticos y la metástasis en órganos lejanos.
Esta medición se realiza a partir de la palpación de la glándula mamaria afectada y su zona circundante, además de realizar radiografías de varias regiones para evaluar si se ha producido metástasis en el felino y si es posible proceder para remover los tumores con cirugía o realizar el procedimiento más adecuado para su caso.
Cómo se tratan los tumores de mama en gatos
El cáncer de mama en las gatas suele presentarse de forma sumamente agresiva (mucho más que en las perras) produciendo comúnmente afección linfática, por lo que requiere tratamientos agresivos para salvar su vida. Este tratamiento consiste (si el tumor lo permite) en la extirpación por cirugía mamaria que puede ser complementada con quimioterapia y radioterapia.
Pronóstico post-operatorio del cáncer de mama en gatas
Si bien cada caso es particular y debe ser evaluado por los profesionales que atiendan a tu gata, los tiempos de supervivencia de una gata después de su mastectomía es de 10 a 12 meses. Este tiempo se amplía cuanto antes se detecte y trate el cáncer, por lo que las visitas periódicas al veterinario con tu felina son cruciales para esto.
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El cáncer de mama es sumamente agresivo y mortal para las felinas, por ello la prevención y pronta detección juegan un rol indispensable para prolongar su vida y conseguir, durante el mayor tiempo posible una buena calidad de la misma. Te recomendamos visitar periódicamente Tucan Centro Veterinario para así detectar cualquier anomalía en su salud y poder prevenir múltiples enfermedades.